El origen del trading armónico se remonta a Harold McKinley Gartley, un pionero del análisis técnico que, en 1932, introdujo por primera vez una estructura que luego sería conocida como el Patrón Gartley 222, llamado así por la página donde aparece descrito en su libro Profits in the Stock Market. Gartley no hablaba explícitamente de Fibonacci, pero sí de movimientos simétricos y proporcionales del precio que tendían a repetirse en momentos clave del mercado.
Su enfoque se centraba en estudiar el comportamiento del precio durante fases de corrección, tratando de identificar zonas en las que era probable que se reanudara la tendencia principal. Este patrón fue el primero en evidenciar que los mercados financieros no se mueven de forma aleatoria, sino siguiendo ciertos principios geométricos y proporcionales.